Cuando compras excelentes semillas coleccionables, de cualquier tipo, se vuelven como una parte de nosotros, de la cual es difícil separarnos. Una vez cultivadas, las plantas se convierten en verdaderas “hijas” para crecer hasta la edad adulta. Precisamente por eso, nadie querría que las semillas recién compradas sufrieran un proceso de deterioro; esto equivaldría a decir que las semillas coleccionables ya no servirían para nada porque ya no podrían germinar. En este artículo informativo, el equipo profesional de Eureka Grow Shop enumerará todas las formas de conservar semillas de la mejor manera, especialmente en un verano caluroso y peligroso.
¿Dónde debo Conservar las Semillas?
La conservación de semillas requiere un lugar seco y no demasiado caluroso para no crear las condiciones adecuadas para la germinación, preferiblemente incluso en el oscuro. Además, las semillas deben almacenarse en un lugar limpio para evitar esporas de enfermedades de las plantas y moho no deseado. También tenga cuidado de no dejar que los residuos de vegetales frescos se adhieran a la semilla, la podredumbre puede infectarla. La forma ideal de almacenar las semillas podría ser una caja de hojalata, que repara bien pero no sella completamente; aunque nuestro equipo de profesionales recomienda encarecidamente un tarro de cristal con tapón de rosca.
¿Cuánto dura la Vida Útil de una Semilla?
El tiempo que tardan las semillas en germinar varía de un cultivar a otro, pero la semilla mediana dura al menos tres años. Por ejemplo, las semillas de tomate y berenjena se pueden sembrar durante 4-5 años, los pimientos tienen una piel exterior dura y se pueden conservar durante 3 años, los puerros se deben sembrar dentro de 2 años y los garbanzos pueden esperar hasta 6 años. Lo mejor es utilizar siempre las semillas del año anterior, cuanto más frescas estén, mejor brotarán y, dependiendo de la planta, las semillas se pueden almacenar de forma segura durante dos o tres años. Después de unos años, la semilla muere y, por lo tanto, ya no tendrá ningún uso. La ventaja de las semillas jóvenes es que la cáscara, la cáscara exterior de la semilla, será más suave a medida que se endurezca y se vuelva leñosa en las semillas más viejas. Por ello, si las semillas tienen varios años, las plantas son más difíciles de germinar. Para la germinación de las semillas podemos ayudarlas remojando las semillas durante 12 horas, quizás en un vaso de agua.
Temperatura y Humedad Ideales para Conservar Semillas
Uno de los factores fundamentales para una correcta conservación es la temperatura, que debe mantenerse por debajo de los 10 grados centígrados para evitar que las semillas se activen sin las condiciones de crecimiento adecuadas, por lo que desencadenando el proceso de germinación. Las semillas generalmente se conservan bien incluso a temperaturas muy bajas, por lo que muchos cultivadores deciden conservarlas en el frigorífico o incluso en el congelador. Si bien este procedimiento, por un lado, no dañará las semillas que pueden soportar hasta -20 grados centígrados, las pondrá en peligro porque están sujetas a la humedad, por lo tanto la descongelación podría dañarlos. Si no tiene otras herramientas para bajar la temperatura, guárdelas en el refrigerador en un recipiente de plástico oscuro con cierre hermético. Es importante evitar la humedad: si las semillas no se almacenan en un lugar seco, los nutrientes del interior comenzarán a escurrirse, lo que desencadenará la fase de germinación. La temperatura de almacenamiento ideal es 4-9 °C (preste también atención a las fluctuaciones) y la humedad debe ser inferior al 35%.
¿Conservación de Semillas en la Luz o en la Oscuridad?
La luz es un factor indispensable para el crecimiento y floración de las plantas, pero la oscuridad es fundamental para las semillas; la oscuridad es esencial para el almacenamiento adecuado de las semillas, evitando la germinación y el proceso de desarrollo de las semillas. Para ello, además de los niveles de temperatura y humedad, es fundamental asegurarse de que las semillas se almacenan en completa oscuridad, al igual que los bulbos.